Meses atrás publiqué un artículo, en este blog, sobre la problemática del desarrollo del tenis de mesa, en realidad, una de las multiples aristas de la problemática del asunto. Todo bien, buen ritmo de visitas y un buen nivel de comentarios sobre una narración escueta que trató sobre un tema puntual, un emergente de algo más profundo, una catarsis de algo que había vivido y nada más.
Hace unos días, tomó el artículo un blog de tenis de mesa muy popular en Argentina y se generó algo muy interesante, que siempre esperé que pasara, que el artículo generara debate. No empezó de la manera que más me gustaría, pero empezó que es lo importante.
A raíz de la crítica destructiva, surgió algo positivo, alentó a otros, constructivos, a hablar sobre el tema aportando ideas muy interesantes y haciendo diagnósticos muy certeros, desde mi punto de vista y que me alentaron a colaborar con este tema ampliando mi visión sobre el asunto.
Sin dudas no hay una causa que abarque la problemática del desarrollo del tenis de mesa, por lo menos del desarrollo de la cantidad, que es el tema que me preocupa en particular, ya que el desarrollo de la calidad está mejor cuidado.
