El humor, la diversión, son una parte importante en el deporte, es uno de los grandes motivadores. Espero lo disfruten y que pasen un fin de año lleno de humor.
ENFOCO
Caminaba despacio a buscar la pelota pensando qué carajo
hacer. Me están cagando a pelotazos y se
me acaban las ideas ¿Qué carajo estoy
haciendo mal? Si es peor que yo, pensé. Puta
madre, me olvide de ir al banco a pedir el balance para ver porque me cargaron
en la cuenta ese dinero, si yo nunca compré ahí recordé cuando llegué al
lado de la valla, y me puse a ver el partido de al lado. Adrián ganaba fácil y
si yo ganaba iba a ser mi próximo rival. Nunca le gané al cabrón, ma sí, pierdo
y chau, si después me mata, mejor no lo peleo. Me agacho a recoger la pelota,
giro y veo la cara de culo del imbécil de Abel, que se mostraba ansioso por
rematar la faena dejando en claro que le jodía que tardase tanto en volver a la
mesa. Nunca me había ganado y ya me tenía. No le voy a dar el gusto o por lo
menos voy a hacer que se cague en los pantalones. Si me quiere ganar va a tener
que sufrir. Me acerco al toallero, agarro la toalla y me seco el sudor que
empapaba mi cara. Miro el marcador, 7-2 y 2-1 en sets abajo. Le saco largo y
que se pudra todo, total es un cagón el Abel éste, si entro en velocidad frunce
y capaz que empieza a fallar de una vez.
Me preparo para sacar y la reconcha de la
lora, me olvidé también de llamar a Marta por el tema de los papeles para que
me anote como autónomo de una vez ¿Saco de revés o de derecha? Saco de
revés y fallo el saque la reputa madre que los re mil parió. Me planteo
seriamente reventar la paleta contra el suelo, pero no puedo, los pibes me
están mirando y les dije mil veces que hacer eso está mal, no lo puedo hacer y
convoco a ese Dios en que no creo en voz alta, muy alta. Abel suelta una mueca
que parece una sonrisa y lo miro fijo a
los ojos, como si lo quisiese matar. Tranquilo que es un partido, estás acá
para divertirte, acordate de eso, me miento. Tengo que ir el lunes al Colegio Don Bosco, no me puedo olvidar, a ver
si me dejan entrar a trabajar de una vez
y meto un gol de media cancha, en ese Colegio está lleno de pibes, ojalá Mónica
se porte. Me dan ganas de mear, esas ganas que sentís en la punta del pito,
no en la vejiga, está claro que estoy nervioso. Se va todo a la mierda, lo
peleo hasta el final, tengo que poner huevos y “morir peleando”. No me puedo
concentrar, me cago en todo, siempre me pasa lo mismo. Espero que Alejo no vaya mañana al entrenamiento, me tiene hasta los
huevos, no sé para qué va, a joder nomas, o seguro que lo manda la
madre porque no sabe qué hacer con él. Me saca cortado largo al medio de la
mesa, se equivocó, está claro, ahora lo mato con un buen top spin de derecha y
que corra. Le doy con el canto y se tiene que agachar Abel para que no le dé en
la frente. Qué pena que no le di, al menos me reía un rato, y encima el hijo de
puta cuando recompone la posición me mira fijo a la cara y levanta el puño
gritando un lastimoso ¡¡vamos!! Siento que me pongo colorado, ese colorado de
bronca, que sabes que la sangre, toda, está en la cabeza y que está por
explotar. Pido tiempo y veo a Abel buscar su toalla e ir al trote, triunfal, a
su rincón y se pone a beber con un gesto claramente triunfal, como un boxeador
que no se sienta en su rincón después que sonó la campana y sigue con los
guantes arriba, dando saltitos cortos, con ganas de que vuelva a sonar la
campana para terminar de cagar a trompadas a su rival. Bebo mi agua, ya casi
tibia y me dan más ganas de mear. Me toco la verga como para calmarla, siempre
hago lo mismo aunque sé que no sirve para nada, las ganas siguen ahí ¿y si me paso la mano por los huevos también
y después de que me gane le doy la mano y también le acaricio la cara?
Descarto esa idea. ¿Qué hago ahora? Me debatía más entre pelearla o no que
pensar en donde tirar esa pelota que hoy no me quería o al menos estaba esquiva
¿Y si lo ataco al medio? Si se mueve menos que una morsa lisiada. Si, voy a
hacer eso reafirmé con más dudas que otra cosa. Centrarme es lo más
importante!! Hoy es domingo ¿la pondré hoy? Venimos mal con ese tema y la verdad que
yo tampoco ando con ganas últimamente. No sé qué me pasa. Al medio, todas
al medio!! Saca, largo, obviamente, porque es un cagón y le tiembla el pulso y
lo ataco al medio, entró por fin, pero con asombro veo que se mueve y me hace
un contra top spin tremendo a la derecha, bien abierto y yo, que me muevo menos
que él, menos que una ballena encallada en una playa, saco orgullo de no sé
dónde y me estiro de forma tal que
siento crujir mi hombro, pero llego, de pedo, pero llego y bloqueo un paralelo
hermoso seguido de un estruendoso ¡¡eso!!! que tiene más de bronca que de
alegría por el lindo punto que acabo de conseguir y al que no le doy tanta
importancia. Hoy tengo que terminar los
informes pendientes sí o sí porque el lunes los tengo que entregar. Me dejé
estar y esta noche tendré que quedarme hasta tarde. Saco corto, me corta
largo al revés, quiero cortar duro, la tiro a la red. Estoy en el horno, está
claro. A morir con dignidad!! ¿qué será
el ruidito que hace el coche cuando freno? Espero no sea nada porque no tengo
un centavo para ponerle. Saco de
revés cortado corto a su derecha. Abel, ya envalentonado al máximo y con ánimo
de arriesgar ya que el margen lo amerita hace un flip, en su
puta vida hizo un flip el cagón este pienso rápidamente al ver que se me
desbarataba el plan inicial, y como
no podía ser de otra manera, la bola da en la red y empieza un lento pero
continuo andar a lo largo de la cinta blanca donde culmina la infiel tela para
terminar cayendo, obvio, en la parte derecha de mi lado. No podía permitir que
el partido termine así y me tiro y
estiro para salvar el punto, pero claro, nada podía salir
bien ese día, calculo mal, muevo mal los pies y me la pongo de lleno en la
cadera derecha sintiendo un dolor tremendo que me hace perder el equilibrio y
empiezo a ver "mosquitos” flotando y después de mover hacia adelante la
mesa unos 20 centímetros, lo cual significaba la pérdida del punto y el
partido, el pie derecho me abandona, se afloja y doy un giro brusco que me
lleva a chocar con la mesa de árbitros y con el árbitro también – un pibe de 13
años que se estaba cagando de risa del tortazo que me había dado contra la
mesa, hasta que se dio cuenta que me le iba encima y cambió rápidamente la
expresión al horror – acabando los dos abrazados en el suelo, sin lesiones
graves ninguno de los dos. Ya en el suelo, atónito, incrédulo ante el colmo de
la hijaputez escucho a Abel gritar ¡¡soooooooooooo!! Se me vino a la mente en una
fracción de segundo, 26 formas
diferentes de matarlo o de infringirle un daño importante mientras trataba de
salir de encima del pibe que se quejaba. 11-3. Le doy la mano sin fuerza, laxa, y sin
mirarlo. Agarro el bolso, me voy a las duchas y miro de reojo a Abel que se
queda, exultante, charlando con los boludos de siempre, que se acercan a
felicitar al vencedor, como si eso fuese contagioso.
Me quedo quieto, sintiendo el agua tibia de la ducha, con la
cabeza debajo del agua, cosa que me relaja e intento repasar el partido pero no
puedo. No sé a qué mierda vengo a estos
torneos de mierda, que están tan mal organizados, no vengo más. Calculo
como quedaré en el ranking después de este torneo y…el próximo lo juego y después si no juego más. Me cambio lentamente
y entra Abel que me mira socarronamente y me dice “lindo partido”, el muy
cabrón. Si, jugaste bien le dije y apure para salir rápido de ahí, pero él insiste
y hace un análisis del partido y yo solo pienso en que jugué como el culo y que
no hay análisis posible que hacer, que la próxima le rompo el orto. Aprovecho
para irme temprano le solté, para que no me joda más y falsamente le deseo
suerte en el próximo partido.
Salgo del pabellón lo más rápido posible para no tener que
aguantar ningún comentario pelotudo sobre el partido o algún alma caritativa
que me de aliento manifestando cuanto lamentaba mi derrota, como si fuese
cierto.
Me fumo un cigarrillo en pocas pitadas y me subo al coche.
Ya en la autopista, más tranquilo, reflexiono. Está claro que el problema está
en que no enfoco, me disperso mucho y así no es posible jugar y mañana tengo que llevar los recibos a ver si
cobro un par de cuotas y zafo esta semana que estoy sin un peso. Está claro
que el problema está en que no enfoco.
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