Cada entrenador tiene una personalidad y carácter que
lo hace único y diferente a los demás, pero más allá de que no hay dos
entrenadores iguales hay ciertas características de enseñar el deporte que los
enmarca en los siguientes tipos:
- Autoritario: es dominante, estricto y disciplinado. Suele castigar con frecuencia cuando el atleta no cumple con las expectativas del entrenador. Exalta el triunfo en exceso y no tiene tolerancia a la derrota. Consigue el respeto de sus atletas mediante el temor.
- Administrador: no orientado a las personas. Se centra más en las planificaciones previas, le gusta ver el trabajo hecho y exige el 100 % de sus atletas durante toda la sesión.
- Intenso: de gran ansiedad que transmite ese estado a sus jugadores generándoles una gran tensión.
- Relajado: está pasivo, relajado y distante; improvisa más de lo que planifica. No está atento a los estados de ánimos de los jugadores. Parece controlar la situación al improvisar según acontecen los hechos.
- Democrático: Permite que los jugadores disfruten entrenando. Preocupación por los problemas de sus jugadores. Refuerzo como motivación. Abierto a distintos sistemas de entrenamiento. Discute con sus jugadores la planificación de los entrenamientos y evoca constantemente la evolución de los mismos.
- Líder: Apoya y escucha. Muestra buena voluntad y apoyo. Inspira confianza. Corrige y comprende. Da ejemplo, trabaja en equipo. Enseña cómo se hace mejor. Prepara a sus atletas.
En muchas ocasiones se pueden combinar
estos estilos de dirección según el grupo que nos toca en suerte, o incluso
utilizar diferentes estilos según el jugador o la jugadora que entrenamos ya
que la necesidad o la personalidad de cada jugador o jugadora requiere del
entrenador adaptarse a la persona. Si viene a entrenar una niña tímida,
retraída y muy sensible y aplicamos un estilo autoritario de enseñanza es muy
probable que, no solo la niña no juegue nunca más al tenis de mesa, sino que
incluso le podemos crear un trauma psicológico. Por el contrario si tenemos en
el grupo a un joven conflictivo, desesperado por llamar la atención y con la
urgencia de que alguien le ponga límites y el percibe que nuestro estilo de
dirección es muy relajado es probable que él tome el control del entrenamiento
y haga y deshaga a placer alterando el buen funcionamiento del grupo.
Es muy común ver a algunos entrenadores
que “castigan” a sus jugadores con ejercicios físicos, (correr, extensiones de
brazo, abdominales) lo cual es un error importante ya que el jugador asocia al
ejercicio con algo negativo cuando la práctica del ejercicio es algo sumamente
positivo para el jugador y a la hora de que el jugador, que llega a niveles más
avanzados tiene que encarar una preparación física seria es probable que el
jugador no esté bien predispuesto a realizarla.
Es también muy negativo para el
jugador que lo “castiguen” cuando no le sale algo que está practicando ya que
lo desmotiva y lo va a dejar de intentar.
Sin lugar a dudas, ante algún problema
de disciplina lo mas importantes es agotar la vía del diálogo o el entrenador
deberá revisar y analizar el motivo por el cual el jugador no se adapta a las
consignas propuestas. Si el jugador esta entretenido y está motivado es difícil
que aparezcan problemas de conducta.
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