Desde mi vuelta a Argentina he dedicado mucho esfuerzo en sumar entrenadores a nuestro querido deporte, convencido de que el recurso humano es el pilar fundamental del desarrollo bajo la premisa de: "si no hay entrenadores no hay tenis de mesa". Si bien es un simplismo y la realidad es más complejo que solo esa premisa, la calidad y cantidad de entrenadores es una columna fundamental en un desarrollo sustentable.
Para lograr ese objetivo organicé contenidos basados en la metodología moderna de la enseñanza del deporte en general; un cambio de paradigma, de modelo, que rompe con la tradición de la enseñanza directiva, la de raíz militar en la cual el jugador obedecía ordenes cual soldado y el entrenador es una especie de general malvado de película norteamericana que va a exprimir al máximo al sujeto convencido de que del sufrimiento sale algo bueno. Ahora se cree, y se trabaja en el sentido de la recreación y el divertimento como la base de la motivación. La neurociencia, tan de moda en estos días, comprobó que un cerebro que se divierte hace mucho mejor y por más tiempo la tarea encomendada. Pero el objetivo de este artículo no trata de eso. Vamos al grano.
Salí a recorrer el país a lo largo y ancho de mi país con el nuevo librito bajo el brazo convencido que iba a fascinar a los oyentes con lo "nuevo" en materia de enseñanza del tenis de mesa, y de hecho fue así. Todos los Cursos dados fueron muy entretenidos y recibí respuestas muy positivas por parte de los cursantes sedientos de nuevos conocimientos.
De hecho fue tan bien la cosa que me animé a abarcar más espacio, el espacio infinito, y armé un ambicioso curso de entrenadores online donde pude desarrollar mucho más los conceptos en los que creo y quiero transmitir. Tiré toda la carne al asador y me centré, casi exclusivamente, en lo metodológico, pedagógico y didáctico, para que los multiplicadores del deporte difundieran en sus ciudades el nuevo paradigma, el que atrae, y alejen el viejo paradigma, el que echa. La respuesta fue buena y si bien costó más de los pensado el Curso evolucionó bien hasta que me encontré con una gran sorpresa: el Curso tiene una parte práctica que consiste en realizar una clase de tenis de mesa a jugadores principiantes y todos, sin excepción, aunque con matices, realizaron una clase basada en los métodos antiguos ante mi asombro, incluso habiéndoles dado herramientas suficientes para salir de ahí. Esto me llevó a preguntarme por que nos cuesta cambiar, ser mejores y me puse a investigar un poco al respecto.
Todos los autores consultados al respecto coinciden en algo. La mayor barrera para aprender y mejorar es el MIEDO. ¿MIEDO a qué?
El Psicólogo deportivo David Hadfield dice "es temor al desconocimiento y sobre todo temor al cambio a dañarse el ego. El hecho de aprender algo nuevo y empezar a usarlo implica,a veces, a admitir que lo que vos estabas haciendo hasta ahora no era lo mejor. quizás significa que has estado haciendo cosas incorrectas, o tal vez que no estas poniendo todo de ti en cada entrenamiento. De cualquier manera, para que admitas esto y decidas actuar, para adaptar y cambiar, se necesita cierto grado de valentía."
Si quieres llegar a ser el mejor entrenador que puedas ser tendrás que tener el valor para admitirte esto a ti mismo y para utilizar métodos nuevos y mejores, cualesquiera que sean . Lo que hicimos es importante y es parte de nuestro proceso de aprendizaje constante, pero lo más importante es innovar, lograr evolucionar las estrategias y métodos adquiridos.
El entrenador que cree y dice tener la razón absoluta en sus métodos , desacreditando nuevos contenidos y a otros entrenadores pierde la capacidad de reflexión, no duda, por lo tanto no evoluciona, no crece.
Excelente!!!!!.... soy Profe hace 15 años y opino lo mismo que usted. Y nos cuesta bastante cambiar nuestras formas pero es asi por que no probar cosas distintas, Humildad sobre todas las cosas!!
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