YO SOY EL MEJOR ENTRENADOR

Hace unos pocos días Argentina hizo historia al alcanzar el Campeonato Sudamericano juvenil venciendo en la final a Brasil por 3-0 y tener dos finalistas en individuales. Nunca había pasado. 

Si bien me sorprendió la final de dos argentinos, no me sorprendió que les haya ido bien a los muchachos porque ellos decidieron sumarse a un proyecto, a un proceso que está consiguiendo lograr los objetivos establecidos.

Este proceso, "nuevo", con una preparación sin precedente, me lleva a reflexionar y cuestionar esa enorme necesidad de los adeptos al tenis de mesa, y al deporte en general, especialmente en Argentina de ver quien es "el padre de la criatura". 

Se desviven en las redes sociales, conversaciones de café, cenas y encuentros quien es el que "creó" a tal o cual jugador ¿Quién es el genio que entrenó a Tabachnik, o a Waldner, o a Maradona, o Mohamed Alí, Del Potro? El exitismo mágico en su estado más puro.

En los deportes más evolucionados, que más gente mueve, tienen claro que lograr un campeón no es tarea de una persona, de un entrenador. Sin dudas hay mejores entrenadores que otros, mejores formadores que otros, pero no creo posible que ese entrenador sea el único responsable del éxito ni del fracaso de un jugador (quizás si sea su responsabilidad del fracaso en los niveles iniciales, pero eso nunca se ve, solo se ven a los ganadores).

Escribí unos artículos, tiempo atrás, sobre los múltiples factores que llevan al logro de los objetivos, repaso y modifico:

- El principal responsable de que Argentina haya obtenido tan buenos resultados en el último Sudamericano es el jugador; son ellos, porque se esforzaron, porque trabajaron para mejorar y para aprender, porque no faltaron, porque sacrificaron muchas cosas para lograrlo.
- La familia y amigos, que los apoyan siempre y están ahí para todo.
- Su primer entrenador, el segundo, el equipo que lo rodea y que lo acompaña, es decir, entrenadores, preparador físico, el psicólogo deportivo, el dirigente.

No existe UN entrenador que sea responsable de los logros de los demás, por más que el ego salga a flote y muchos se/nos cuelguen/colguemos medallas, que no son nuestras, es el cúmulo de cosas, de componentes lo que hace posible tener éxito y sobrellevar los fracasos, que son parte del proceso, para conseguirlo.

Felicitaciones a estos muchachos por lo conseguido, es solo de ellos. Los entrenadores ahí en la tribuna, aplaudiendo, orgullosos de haber sido una parte, si solo una parte, de ese proceso.