miércoles, 31 de octubre de 2018

JUEGOS OLÍMPICOS DE LA JUVENTUD. EL ÉXITO DEL TENIS DE MESA

Hace 10 días culminó  la experiencia deportiva más increíble que me tocó vivir en mi vida deportiva, tanto como atleta, como en la función de entrenador. No solo por el hecho de ser parte de los Juegos Olímpicos de la Juventud. No solo por el hecho de que se hayan hecho en casa sino por...

Estar dentro significa compartir con los otros entrenadores, con los otros deportistas, de Argentina pero también de otros países, con los cuales compartimos muchas más realidades de lo que creemos.

Hay dos grandes grupos en los deportes, los "grandes"  y los "chicos". 
Los deportes llamados grandes, son aquellos que han desarrollado una estructura importante, como el fútbol, (futsal), básquet, hockey, natación, tenis, entre otros y cuyos objetivos en estos Juegos eran conseguir, en general, resultados.
Los deportes llamados chicos, como el tenis de mesa, badminton, halterofilia, tiro, entre otros, en general hemos centrado nuestro objetivo en un proceso que nos acerque a los mejores. No conozco con profundidad a otros deportes, por lo que voy a hablar del tenis de mesa.

Pronto escribiré un artículo sobre como llegamos al éxito que obtuvimos en los Juegos, pero ahora me centraré solo en esos maravillosos 15 días los cuales resumo en números y conclusiones.

Martín Bentancor, que fue el atleta que nos representó jugó 6 partidos en singles, 3 en la competencia individual y 3 en la modalidad de equipos; y jugó 3 partidos en dobles también en equipos, con Andrea Pavlovic, de Croacia, es decir que jugó 9 partidos.

Perdió todos los partidos en los que jugó single y perdió 2 de los 3 que jugó en dobles, en definitiva, un éxito total, si, así como lees, un éxito total porque Martín jugó a un nivel impresionante, de igual a igual con los mejores del mundo (enfrentó a jugadores top 100 del mundo de mayores) y ahí radica su triunfo porque le dijo al mundo que estamos mucho más cerca, cada vez más, de que es posible jugar y competir si se realiza un trabajo a conciencia y en equipo; un equipo maravilloso que estuvo ahí apoyando (Alexis Orencel, Leandro Fuentes, Santiago Lorenzo, Matias Guadalupe, Matías De Vincenzo, Camila Kaizoji, Santiago Tolosa, Pancho Sanchi) y logrando que Martín los represente de la manera en que lo hizo. Un equipo profesional tremendo de la mano de Gustavo Levisman, Franco Piruzi, Pablo Koatz, Damián Rajmil, Ezequiel Katz, Ariel Garcia, Patricio Nizetich que sumaron a este éxito tremendo.

Siempre confié en el proceso que llevaría al éxito, pero sobre el final, ya casi llegando a la meta tuve dudas, porque apareció el exitismo del periodismo torpe y superficial, con raras excepciones; porque los mismos que apostaron por el proceso empezaron a ser victimas de la política, mal entendida, y el exitismo. 

Todas las dudas se disiparon con el enorme apoyo que recibió Martín, sin importar el resultado. No solo lo apoyaron en el estadio, llenando cada lugar cuando jugaba, sino en las redes sociales, en los comentarios de la familia del tenis de mesa, del elogio de los entrenadores de otros países, del afecto de dirigentes del deporte y del ENARD, en definitiva, del mundo del deporte, pero de los que entienden el deporte y saben que este Programa fue un paso adelante en nuestro deporte.

La mancha, los políticos rondando por la villa buscando a los pibes medallistas para la foto, algún que otro dirigente atento al "medallero", pero los pibes no, los profes no, el público, que fue un actor inesperado en toda esta historia, tampoco, con un comportamiento ejemplar en cada evento, y eso es un éxito. 

Esperemos que siga la senda...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario