EL MUNDO CADA VEZ MÁS CERCA I

La prolongada ausencia de artículos este año tiene una explicación, que no es excusa, pero que sirve para entender.
Estoy a cargo del Programa Olímpico, Buenos Aires 2018 que implica la preparación  de los atletas argentinos para los Juegos Olímpicos de la Juventud que se disputarán en la capital de Argentina el próximo año, en Octubre, para ser más preciso.
Como parte de la preparación de los atletas organicé dos giras por Europa, con 7 de los candidatos para participar del evento máximo. La primera de ella comenzó con un torneo del Circuito Mundial organizado por la ITTF en Spa, Bélgica, para luego seguir más de 20 días en España entrenando junto con la selección ibérica al mando, en ese entonces,  del gran entrenador David Soler junto con Alfredo Carneros, en el CAR de Madrid donde entrenan solo los hombres, mientras que la mujer que viajó, se desplazó al CAR  de Barcelona donde entrenan las mujeres españolas,  a cargo de otros grandes entrenadores, Ramón Mampel y Dani Torres entre otros. Continuamos a Platja d´Aro , Cataluña, seguimos a Wladyslawowo, Polonia para terminar en Senec, Eslovaquia, todos estos últimos torneos ITTF.
Salí de Argentina con una idea, antigua, y volví con una nueva, llena de ilusión

La idea que tenía estaba basada en mi percepción personal de cuando era jugador. A principios de los ´90 tuve la oportunidad de competir internacionalmente y me dieron grandes palizas en cada competición a la que fui, como así también al resto de mis compañeros, con excepción, por momentos, de Pablo Tabachnik, que, siendo muy joven, dio batalla. Estaba bastante seguro que eso mismo iba a pasar en esta gira, cuyo objetivo central era competir, aprender y entender como funciona el mundo para poder mejorar a la vuelta. El comienzo me dio, parcialmente, la razón. En Bélgica sólo uno de los argentinos pasó de grupo, entre los juveniles, y no logró avanzar en la llave final ni una sola ronda, pero vi algunos partidos que me sorprendieron. Camila llegó a la final de la ronda de Consolación y Matías logró avanzar varias rondas. El otro Matías, cadete, llegó a cuartos de final del torneo, ganando varios partidos con autoridad y me dije "estamos lejísimos, pero no tanto", pero estaba equivocado.
Después de una muy buena experiencia para los argentinos entrenando con la Selección española juvenil, en donde me di cuenta que no hacían cosas especialmente diferentes en cuanto a lo técnico, pero si detalles metodológicos; tocaba competir en Platja D´Aro, Cataluña, donde me lleve la sorpresa de mi vida deportiva; uno de los atletas argentinos, terminó en segundo lugar venciendo a jugadores de un gran nivel, rusos, alemanes, chinos dejándome boquiabierto después de cada ronda que pasaba, y no sólo el, el resto del equipo subí mucho el nivel, pasando varios de grupos y compitiendo de igual a igual con el resto del mundo.
Lo mismo pasó en Polonia, donde tuve otra sorpresa mayúscula, Matías, el cadete, venció a un japonés 4º del mundo, además de excelentes actuaciones del resto del equipo.
Otro tanto en Eslovaquia, consiguiendo otro podio, en dobles, de la mano de Santiago y Martín, venciendo a grandes duplas europeas.
En definitiva, y para no extenderme demasiado en detalles, estamos cerca, cada vez más, tanto en lo técnico, como en lo físico y en lo táctico. Nos falta aprender a competir y eso significa competir mucho y bien, en competiciones como a las que fuimos.
No quiero olvidar que a algunos de esos eventos no fuimos los únicos de Latinoamérica; nos encontramos con chilenos y mexicanos que jugaron y compitieron de gran manera, sobre todo Nicolás, que está llamado a ser una gran estrella del deporte. 
Cuando yo tenía la edad de ellos era impensado ganar siquiera un set a un español o portugués, menos que menos a un alemán y ni soñar de hacerle varios puntos a un asiático. Hoy no es así, hoy perdemos más de los que ganamos, pero podemos ganar partidos, podemos competir porque se ha mejorado mucho ahí "abajo" en el Sur y porque el mundo se achica cada vez más y eso ayuda a incrementar las posibilidades de acceder a tener el mundo "al alcance de la mano".