jueves, 23 de agosto de 2012

ANÉCDOTA PARA REFLEXIONAR

El sábado en un torneo que organizó la Federación de Galicia, Alberto, de 8 años miraba, sentado a mi lado, atentamente el partido que jugaba Pablo, su compañero de entrenamiento y amigo contra otro niño de otro club, de su misma edad. Su atención se desvío al entrenador del contrincante de Pablo, que daba instrucciones sin parar y con gran tensión. Después de observarlo me pregunta
"¿por qué el entrenador del otro niño le da instrucciones? ¿Se puede hacer eso?" No, no se puede", le respondí. "Y entonces ¿por qué lo hace?"  dijo Alberto.
No supe que decir, ¿tu que opinas?

3 comentarios:

  1. Yo era el árbitro en ese partido y estuve a punto de avisarle.
    Y me dió rabia, porque nos estaba reventando los tímpanos.

    ResponderBorrar
  2. Los niños de esa edad tienen que divertirse, jugar libremente y sin las exigencias y presiones de los entrenadores. Tienen que aprender a ganar y a perder, de esa forma también van formando y fortaleciendo su personalidad.
    Si se los presiona o exige demasiado, corre el riesgo de que ese niño se frustre y abandone el deporte.
    Fer

    ResponderBorrar
  3. El arbitro es el unico que puede frenar y controlar a un entrenador, al limite de sacarlo si es necesario, si el arbitro no lo hace o simplemente el torneo no esta bajo las reglas ittf, no podremos hacer nada.

    ResponderBorrar